Nació en Bucaramanga en 1939.Estudió en la Universidad de Boston, donde fue monitor de las cátedras de dibujo, color, caligrafía, fotografía y tipografía, y obtuvo el Diploma Cum Laude Bachellor in Fine Arts y la Beca del Departamento de Música como diseñador.En 1960,participó en la Boston Commons Exhibition con fotografías; «The Faces of Man». De 1961-1963 ,estudio en la universidad de Yale , realizando una tesis: ON TRADEMARKS (de marcas y símbolos). Estudió con Herbert Matter, Paul Rand, Norman Ives y Alvin Eisenman. Monitor de fotografía.
En 1963 Publicó «On Trademarks», presentado en ia Universidad de Yale para optar al título de Master of Fine Arts. Fue profesor de Diseño Básico, Artes Gráficas y Serigrafía en la Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia hasta el año de 1967.
Desde 1963 hasta 1968 fue diseñador Gráfico del Museo de Arte Moderno de Bogotá, Colombia. Publicó «Las veintiséis letras», Gráficas Castilla, Bogotá.
En 1966 publicó cinco números de «Nova», Revista de Arte y Literatura, y participó en la Exposición «Neoclásicos». Rayo, Ramírez Villamizar, Consuegra. Galería 25, Bogotá.
Fue profesor de Diseño Básico y Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá hasta el año de 1968.Además fue fundador del primer programa de Diseño Gráfico a nivel universitario en Colombia; Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá. Profesor de Diseño Básico y Diseño Gráfico. Publicó dos números de «Acteón», Revista de Arte y Literatura, con grabación incluida. Gráficas Castilla, Bogotá. Publicó la Segunda Edición de su libro «De marcas y símbolos». Realizó el libro «Ornamentación calada en la orfebrería indígena precolombina (muisca y tolima)», diseñado para inaugurar el Museo del Oro del Banco de la República. Realizó las cerámicas «Homenaje a El Profeta», de Khalil Gibran.
En 1968 d iseñó la marca para Artesanías de Colombia. Publicó «20 años de caricatura» Peter Aldor. Ed. Testimonio , Bogotá.Durante su permanencia en Bucaramanga, entre 1969 y 1975, desempeñó los cargos de Director de Editorial Vanguardia, Editorial Centro de Estudios del Oriente y Editorial Triblos. Como diseñador en Editorial Triblos edita: De marcas y símbolos (4a. edición de la tesis) y Graphica et lettera.
Ha realizado numerosas publicaciones de diseño gráfico, participando con algunas de ellas en exposiciones internacionales y nacionales de diseño gráfico y editorial. Su amplia producción de carteles, marcas, diseños editoriales e ilustraciones, ha recibido importantes distinciones en el país y el exterior. Ha realizado una gran labor docente en las Universidades de los Andes y Nacional de Bogota (donde recibió el titulo de Profesor Emérito) y en la Virginia Commonwealth University, en Richmond, Virginia. Su sede es Bogota (1991).
Albers transmitió a sus discípulos esa obligación de que la forma sea necesaria, y de que sólo puede serlo cuando está cargada de sentido. La sensibilidad de los cuadros de Albers es la más alta síntesis entre inteligencia y emoción que han podido crear los neoclásicos.
Esta ligera disgresión sobre Albers tiene el propósito de aclarar las procedencias más remotas del estilo de David Consuegra. Conociéndolas se explica perfectamente que sus carteles nunca tengan elementos superfluos y que busque en cada uno de ellos, con tal denuedo y con tal austera perfección formal, el fondo de la cuestión.
El cartel del Jazz y el ejecutado para el Cuarteto de Cuerdas de Cali, ejemplarizan esta afirmación. (En los carteles para la música y para el teatro, en general, Consuegra se siente más libre para crear sus formas que en los carteles para exposiciones de artes plásticas, donde el estilo del expositor interfiere con el suyo propio, y le obiiga a soluciones más complejas como en el caso del cartel para la Encájera de Beatriz González y para la muestra de Guillermo Wiedemann) . En el cartel del Jazz desarrolló una serie intrincada y dinámica de formas como grafismos, que jugaban y chocaban entre sí generando una sensación casi acústica. Si pudiera decirse que hay formas «sincopadas», tal sería la mejor calificación para los grafismos de dicho cartel.
Así concebidos, los carteles de Consuegra proponen aproximaciones afectivas al acto que anuncian: le adelantan al público una pista segura para que sepa de qué se trata. Lo conducen hasta la situación anímica que el acto requiere.
Sorprende David Consuegra en esta amplia exposición con fotografías, serigrafías -sus «totumas» de 1965 son las primeras serigrafías artísticas del país- y cerámicas inéditas. Más si en estas realizaciones, Consuegra demuestra su talento como inventor libre de imágenes, dibujos y colores, el diseñador y el divulgador sobresalen por encima de cualquier otro aspecto de su actividad profesional. Ante su obra no podemos dejar de pensar que para él, sin dejar nunca de lado el sentido estético, el Arte debe ser esencialmente un oficio. Consuegra mismo lo ha dicho innumerables veces: «El diseñador como tal no puede crear obras de valor puramente plástico. Podrá hacerlo cambiando de posición, cambiando el compromiso de comunicación por el compromiso de expresión, pero entonces no puede hablar de su obra como la de un diseñador».
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DAVID CONSUEGRA
Nació en Bucaramanga en 1939.Estudió en la Universidad de Boston, donde fue monitor de las cátedras de dibujo, color, caligrafía, fotografía y tipografía, y obtuvo el Diploma Cum Laude Bachellor in Fine Arts y la Beca del Departamento de Música como diseñador.En 1960,participó en la Boston Commons Exhibition con fotografías; «The Faces of Man». De 1961-1963 ,estudio en la universidad de Yale , realizando una tesis: ON TRADEMARKS (de marcas y símbolos). Estudió con Herbert Matter, Paul Rand, Norman Ives y Alvin Eisenman. Monitor de fotografía.
En 1963 Publicó «On Trademarks», presentado en ia Universidad de Yale para optar al título de Master of Fine Arts. Fue profesor de Diseño Básico, Artes Gráficas y Serigrafía en la Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia hasta el año de 1967.
Desde 1963 hasta 1968 fue diseñador Gráfico del Museo de Arte Moderno de Bogotá, Colombia. Publicó «Las veintiséis letras», Gráficas Castilla, Bogotá.
En 1966 publicó cinco números de «Nova», Revista de Arte y Literatura, y participó en la Exposición «Neoclásicos». Rayo, Ramírez Villamizar, Consuegra. Galería 25, Bogotá.
Fue profesor de Diseño Básico y Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá hasta el año de 1968.Además fue fundador del primer programa de Diseño Gráfico a nivel universitario en Colombia; Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá. Profesor de Diseño Básico y Diseño Gráfico. Publicó dos números de «Acteón», Revista de Arte y Literatura, con grabación incluida. Gráficas Castilla, Bogotá. Publicó la Segunda Edición de su libro «De marcas y símbolos». Realizó el libro «Ornamentación calada en la orfebrería indígena precolombina (muisca y tolima)», diseñado para inaugurar el Museo del Oro del Banco de la República. Realizó las cerámicas «Homenaje a El Profeta», de Khalil Gibran.
En 1968 d iseñó la marca para Artesanías de Colombia. Publicó «20 años de caricatura» Peter Aldor. Ed. Testimonio , Bogotá.Durante su permanencia en Bucaramanga, entre 1969 y 1975, desempeñó los cargos de Director de Editorial Vanguardia, Editorial Centro de Estudios del Oriente y Editorial Triblos. Como diseñador en Editorial Triblos edita: De marcas y símbolos (4a. edición de la tesis) y Graphica et lettera.
Ha realizado numerosas publicaciones de diseño gráfico, participando con algunas de ellas en exposiciones internacionales y nacionales de diseño gráfico y editorial. Su amplia producción de carteles, marcas, diseños editoriales e ilustraciones, ha recibido importantes distinciones en el país y el exterior. Ha realizado una gran labor docente en las Universidades de los Andes y Nacional de Bogota (donde recibió el titulo de Profesor Emérito) y en la Virginia Commonwealth University, en Richmond, Virginia. Su sede es Bogota (1991).
Albers transmitió a sus discípulos esa obligación de que la forma sea necesaria, y de que sólo puede serlo cuando está cargada de sentido. La sensibilidad de los cuadros de Albers es la más alta síntesis entre inteligencia y emoción que han podido crear los neoclásicos.
Esta ligera disgresión sobre Albers tiene el propósito de aclarar las procedencias más remotas del estilo de David Consuegra. Conociéndolas se explica perfectamente que sus carteles nunca tengan elementos superfluos y que busque en cada uno de ellos, con tal denuedo y con tal austera perfección formal, el fondo de la cuestión.
El cartel del Jazz y el ejecutado para el Cuarteto de Cuerdas de Cali, ejemplarizan esta afirmación. (En los carteles para la música y para el teatro, en general, Consuegra se siente más libre para crear sus formas que en los carteles para exposiciones de artes plásticas, donde el estilo del expositor interfiere con el suyo propio, y le obiiga a soluciones más complejas como en el caso del cartel para la Encájera de Beatriz González y para la muestra de Guillermo Wiedemann) . En el cartel del Jazz desarrolló una serie intrincada y dinámica de formas como grafismos, que jugaban y chocaban entre sí generando una sensación casi acústica. Si pudiera decirse que hay formas «sincopadas», tal sería la mejor calificación para los grafismos de dicho cartel.
Así concebidos, los carteles de Consuegra proponen aproximaciones afectivas al acto que anuncian: le adelantan al público una pista segura para que sepa de qué se trata. Lo conducen hasta la situación anímica que el acto requiere.
Sorprende David Consuegra en esta amplia exposición con fotografías, serigrafías -sus «totumas» de 1965 son las primeras serigrafías artísticas del país- y cerámicas inéditas. Más si en estas realizaciones, Consuegra demuestra su talento como inventor libre de imágenes, dibujos y colores, el diseñador y el divulgador sobresalen por encima de cualquier otro aspecto de su actividad profesional. Ante su obra no podemos dejar de pensar que para él, sin dejar nunca de lado el sentido estético, el Arte debe ser esencialmente un oficio. Consuegra mismo lo ha dicho innumerables veces: «El diseñador como tal no puede crear obras de valor puramente plástico. Podrá hacerlo cambiando de posición, cambiando el compromiso de comunicación por el compromiso de expresión, pero entonces no puede hablar de su obra como la de un diseñador».